LA DUDA INFINITA (DETECTIVES PRIVADOS VALENCIA)
A lo largo de los 21 años como detectives privado, he visto cantidad de casos sobre infidelidades, todas tienen las mismas características, un hombre o una mujer, encuentran a una tercera persona con la que mantener relaciones sexuales, sentimentales o amorosas, no es en estas relaciones de lo que hablaremos aquí, si no en como distintos clientes encajan lo que el detective privado descubre y les traslada y de que manera afrontan el problema.
La inmensa mayoría de los clientes, acuden a las agencias de detectives privados, con gran información sobre los hechos, hasta en ocasiones les han puesto cara y nombre a las parejas de sus cónyuges, por lo que podríamos entender que lo que necesitan es exclusivamente una fotografía donde de forma gráfica tengan la prueba de que lo que sospechaban era cierto.
La utilidad del informe a nivel judicial, es nula, ya que en la actualidad, el informe sobre infidelidad conyugal, no altera el resultado de las medidas paterno filiales o las liquidatorias de la sociedad de gananciales si ese fuera el régimen escogido, tampoco afectan para pensión compensatoria o extinción del pro-indiviso, única y exclusivamente el resultado del informe afecta a la esfera personal de los individuos.
La obtención por parte del detective privado de las pruebas de infidelidad, ayudaran al cliente a tomar las decisiones que crean oportunas, campo en el que los detectives privados nos abstenemos de entrar u opinar, ya que es decisión del cliente planificar su vida y relación con su pareja.
La prueba que podrá obtener el detective privado, se basa única y exclusivamente en la observación del supuesto infiel, practicándole seguimientos y vigilancias, al objeto de observar si toma contacto con otras personas y que relación tiene con estas, fotografiando o grabando estos contactos.
Partiendo de la idea que el Detective privado, no puede acceder a habitaciones de hoteles, a la correspondencia privada de las personas y a intervenir sus comunicaciones, ya que estaríamos incurriendo en un ilícito penal, la prueba que vamos a obtener siempre será la que los investigados nos muestren en lugares públicos.
En raras ocasiones un detective privado podrá observar relaciones sexuales mas allá de las que se produzcan en un automóvil que será este el lugar mas proclive donde podremos apreciar algo mas salido de tono, que un beso o una cogida de manos.
Por lo que la prueba se encuentra limitada y en ocasiones es interpretable, es aquí donde surge el problema y lo que hace que la finalización del trabajo sea rápida o prolongada en el tiempo, dependiendo exclusivamente de la interpretación que haga el cliente del informe y las pruebas que contiene.
Por lo que nos encontraremos a tres tipos de clientes bien diferenciados:
El primero de los clientes, es una persona segura, con la convicción de que existe una relación afectiva de su pareja con una tercera persona, única y exclusivamente necesita una mera fotografía un simple dato, donde ver la cara de la persona que se ha inmiscuido en su vida, con con la finalidad de la curiosidad o con el simple hecho de utilizar en el entorno familiar esta imagen para desacreditar a su pareja. Estas personas suelen necesitar una mínima prueba y con ella ejecutan la decisión que ya tenían tomada previamente, es decir, la ruptura de su relación sentimental con su pareja.
El segundo de los clientes, necesita una prueba más concreta que denote de forma fehaciente que existe una relación sentimental, pero sin que sea esta prueba un encuentro sexual, ni tampoco necesita observar como se propinan caricias mutuas, con las imágenes de que el investigado está realizando una actividad distinta a la que informó a su pareja, es elemento suficiente para saber que sus sospechas son ciertas.
El tercero de los clientes, es el más desorientado, se encuentra, por un lado es conocedor de que algo sospecho pasa en su relación de pareja, aún así no se cree o pretende que no encontremos nada en nuestra investigación, ya que ese es su deseo. Cualquier imagen que los clientes 1 y 2 darían como validas y suficientes, este tercer cliente busca justificarlas, dar una explicación, no puede creerse lo que esta viendo y manipula toda la información para no ver la realidad.
Este tercer cliente es el mas difícil para el detective, que aunque nuestra misión, no es, la de convencer a nadie de lo que se está viendo, llega a ser frustrante el ver como de forma sistemática el cliente niega la evidencia, generando en el detective una sensación de presión en conseguir alguna prueba más rotunda para que el cliente de una vez por todas sea consciente de lo que sucede. En la inmensa mayoría de asuntos no depende del detective privado conseguir una prueba más rotunda, ya que dependerá de la discreción de los investigados y de donde desplieguen sus actividades amatorias. Eso sí este es de los mejores clientes que un detective privado puede tener, ya que no encuentra fin a la hora de seguir contratando servicios de vigilancia.